Hace muy poco tuve la oportunidad de viajar a Porto a reunirme con el Profesor Vitor Frade. Reunirse con el Profesor es mucho más que tener una simple reunión, es una experiencia que puede tener sus momentos surrealistas. Siempre sabes a qué horas comienzas, porque como todo gran profesional, el Profesor es extremadamente puntual, pero nunca sabrás a qué horas terminas, porque si tenemos la suerte de caerle bien y que él quiera hablar, te podrás extender perdiendo la noción del tiempo que tenemos los seres humanos convencionales.
Después de ocho horas sentados en la cafetería de la universidad de Porto, literalmente sin parar, salí con más ganas de vivir que las que tenía cuando entré, porque compartir un poco de tiempo con una persona así te abre los ojos a un mundo nuevo de posibilidades.
Fueron muchas las lecciones, las historias y las metáforas que el profesor usó para ayudarme a entender cómo él entiende el juego, ayudándome a llegar a conclusiones que posiblemente hubiera tardado una vida en encontrar. Una de esas conclusiones llegó en el momento en el que me explicaba uno de los grandes secretos del juego, como dice el Profesor: “EL FÚTBOL NO SE ENSEÑA, SE APRENDE”, y la diferencia es abismal.
Cada quien podría sacar sus propias conclusiones, pero si nos esforzamos por comprender la esencia de lo que esa frase significa, podremos sacar conclusiones realmente importantes para plantear nuestros entrenamientos.
Según el diccionario de Real Academia Española, enseñar significa “instruir, doctrinar, amaestrar con reglas o preceptos”. Con esta definición en mente, no es extraño que los entrenadores no formados planteen entrenamientos buscando precisamente “instruir, doctrinar y amaestrar con reglas o preceptos” a sus futbolistas, coartando su libertad de expresión y limitando enormemente su creatividad. Las repeticiones automáticas buscando “enseñar” acciones técnicas o movimientos tácticos son un buen ejemplo de esto. Es por eso que el Profesor habla del concepto Enseñanza-Aprendizaje para referirse al Proceso de Entrenamiento.
Por otro lado, encontramos que la definición de aprendizaje es “el proceso a través del cual se ADQUIEREN O MODIFICAN HABILIDADES, DESTREZAS, CONOCIMIENTOS, CONDUCTAS O VALORES”. La diferencia entre estos dos significados puede tener un impacto significativo en la forma como entendemos el entrenamiento en el fútbol, pues para mejorar la calidad del juego necesitaremos que nuestros jugadores APRENDAN A JUGAR como queremos jugar, y esto es muy diferente de ENSEÑARLES a jugar.
Para los que no les gusta filosofar, una conclusión práctica y sencilla que les puedo compartir después de muchos años estudiando los procesos de aprendizaje motriz en el ser humano es: EL FÚTBOL HAY QUE ENTRENARLO A TRAVÉS DE SITUACIONES SIMULADORAS DEL JUEGO, o como las llama Vitor Frade, “fractales del juego que queremos jugar”.
A los que son como yo, y les gusta perderse en las ideas de los grandes pensadores, les dejo este pequeño detalle:
Vitor Frade: Lucas, es que el fútbol no se enseña, se aprende…
Yo: Ok, ¿pero a qué se refiere Profesor?
Vitor Frade: Mira, hace más de 2 millones de años el Homo erectus evolucionó del Australopitecus … ¿verdad, verdad?
Yo: Sí, eso creo…
Vitor Frade: ¿y quién era el entrenador?
Lucas González Vélez
Entrenador de Fútbol
Fundador y Director de Global Fútbol Institute