En la primera parte de este artículo (parte I), expusimos los resultados de un análisis objetivo hecho sobre los mejores equipos de las Copas del Mundo de 2010 y 2014, al igual que los mejores de la última Eurocopa en 2012. En este, era evidente que las selecciones que obtuvieron mejores resultados habían optado por un estilo de juego basado en la posesión productiva y un enfoque proactivo como camino al éxito. Este análisis nos llevó a concluir que elegir el camino de la posesión y el juego combinativo en nuestros equipos es la opción más sabia para formar jugadores que cumplan con los requisitos necesarios para llegar a jugar al más alto nivel. Es evidente que en este caso el énfasis debe estar en la “POSESIÓN PRODUCTIVA”, pues como dice Pep Guardiola, el famoso Tiquitaca no sirve para nada.
En esta segunda parte continuaremos con este análisis, identificando las características comunes que han demostrado las mejores selecciones del mundo en los campeonatos más trascendentales en los que se puede participar. A través de estas conclusiones, iremos exponiendo con ustedes la idea general que engloba nuestro Modelo de Formación de Jugadores, basándonos en un análisis objetivo que nos ayude comprender lo que realmente debemos enseñar en nuestros equipos en edades de formación si queremos que nuestros jugadores logren competir al más alto nivel.
HABILIDAD INDIVIDUAL Y JUEGO COMBINATIVO
En el fútbol moderno, más y más equipos son capaces de defender con eficacia, conformando un “bloque defensivo” de 9 o más en una unidad compacta. Por lo tanto, los equipos exitosos han tenido que desarrollar una habilidad excepcional para poder romper estas defensas.
Dos factores clave en el rompimiento del bloque defensivo son la creatividad y la impredecibilidad. Los buenos equipos deben tener jugadores impredecibles y creativos que tengan la llave para abrir la cerradura del rival y encontrar un camino para superar estas defensas compactas.
Los cuatro mejores equipos en la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010 tenían más de uno de estos jugadores diferentes, conocidos como “jugadores que solucionan partidos por si solos”:
- España: Xavi, Iniesta, Villa
- Holanda: Sneijder, Robben, Van Persie
- Alemania: Özil, Müller, Schweinsteiger
- Uruguay: Forlán, Suárez, Cavani
Jugadores similares en otros equipos exitosos en el mundial de Sudáfrica:
- Brasil: Kaká, Robinho, Luis Fabiano
- Argentina: Messi, Tévez, Agüero, Higuaín
Por la misma línea va el reporte de la copa del mundo de Brasil 2014 cuando dice lo siguiente:
- Los equipos que llegaron más lejos dispusieron de futbolistas muy valiosos en todas las zonas, que tenían gran incidencia en el juego por su labor, gran protagonismo, personalidad y destacadas acciones.
- El juego creativo fue fundamental, al igual que las figuras estelares que se entregaron por sus equipos, tales como Neymar (Brasil, 10), Messi (Argentina, 10), Robben (Holanda, 11), Kroos (Alemania, 18) y Rodríguez (Colombia, 10), quienes marcaron la diferencia y pudieron hasta decidir un partido por sí solos.
Si analizamos de una forma más profunda vemos que futbolistas creativos y que puedan ganar partidos por sí solos no es lo único que diferencia a estos grandes equipos. Ellos también se caracterizaron por tener un juego combinativo rápido e inteligente. Esto implica dos o más jugadores trabajando juntos para producir pases impredecibles entre ellos, basados en la movilidad constante con el fin de penetrar el “bloque defensivo”.
El reporte técnico de Brasil 2014 también nos habla de estos aspectos del juego cuando expone que:
Las selecciones triunfadoras no se limitaron únicamente a una sola figura creativa, sino que repartieron la responsabilidad entre un cierto número de integrantes, con la intención de funcionar como unidad, pero sin renunciar a la creatividad.
Estas cualidades individuales y juegos combinativos son puntos clave que vemos en el análisis de la UEFA de los cuatro mejores equipos de la Eurocopa de 2012. También se mencionan en los informes a Croacia, República Checa, Inglaterra, Francia, Holanda, Rusia y Suecia.
Es evidente que debemos trabajar para seguir desarrollando más de estos jugadores especiales con el fin de mejorar la calidad del fútbol mundial y el rendimiento de nuestros equipos.
EL CONTRAATAQUE
Lo que también podemos deducir de las Copas del Mundo de 2010 y 2014, al igual que la Eurocopa de 2012, es que los mejores equipos necesitan tener la capacidad de lanzar contraataques rápidos. También se puede observar el uso potente de contraataques al contrario en equipos de máximo nivel, como el Real Madrid de José Mourinho, el Dortmund de Jurgen Kloop o más recientemente el Atlético de Simeone. Inclusive, la Selección Colombia dio buen uso a esta herramienta durante el pasado Mundial de Brasil, obteniendo grandes resultados.
Sin embargo, la UEFA señala la disminución de la eficacia del contragolpe. En la Eurocopa de 2008, el 46% de los goles de juego abierto fueron a partir de situaciones de contraataque, pero en la Eurocopa de 2012 sólo el 25% de estos goles se derivaron de estas situaciones. Esta disminución se observó también en la UEFA Champions League, donde el porcentaje disminuyó progresivamente hasta el 27% en la temporada 2011/12.
La evidencia sugiere que la capacidad de contraatacar rápidamente y con éxito es una “herramienta” que los equipos exitosos tienen a su disposición. Incluso los equipos que basan su juego en dar prioridad a la posesión buscarán la oportunidad de hacerlo cuando su oponente está desorganizado o es lento en la “transición defensiva”, tal como lo hace el actual Barcelona de Luis Enrique (2014 – 2016) por las características de los jugadores que tiene a su disposición.
Para tener equipos más efectivos, es inteligente asegurarnos de que esta herramienta también se desarrolle. El peligro de un exceso de énfasis en “posesión, posesión y más posesión por posesión” es que los jugadores pueden no buscar oportunidades para progresar en el juego, y si finalmente lo hacen, no serán efectivos creando situaciones de gol en el último tercio rival cuando tienen poco tiempo para decidir.
LA FUERZA “MENTAL”
En el informe de la UEFA de la Eurocopa de 2012, se hace referencia a la teoría de que “Los equipos pueden ser medidos por sus reacciones ante la adversidad”, o en otras palabras, su RESILIENCIA. Al ser preguntado por los factores que podrían hacer la diferencia en una competición entre dos equipos de similar calidad, Gérard Houllier respondió: “El corazón, el compromiso y la capacidad de fortaleza mental”.
El seleccionador absoluto de Croacia, Slaven Bilić, va por la misma línea cuando dijo: “No somos tan fuertes mentalmente como equipos de la talla de Alemania o Italia. Tenemos que mejorar esto y estamos trabajando duro para hacerlo”.
Es evidente que muchos entrenadores dan una alta importancia a este aspecto psicológico. Sin embargo, hay que subrayar que “la fortaleza mental” por sí sola no llevará a ningún equipo del mundo a ser un líder mundial. Es una cualidad que apoya muy bien al fútbol de alta calidad, pero no lo sustituye. Las palabras de Houllier expresadas anteriormente intentan definir este “Factor X” como algo que le dará una ventaja extra a un equipo, no como el ingrediente prioritario necesario para alcanzar el éxito.
El análisis individual de la UEFA de los equipos que participaron en la Eurocopa de 2012 nos da una mención especial acerca de las fortalezas mentales al describir a Polonia y la República de Irlanda.
- POLONIA: “Fuerte ética de quipo, espíritu de lucha y un gran carácter“.
- IRLANDA: “Energética y altamente competitiva; mentalmente fuerte; una actitud de nunca darse por vencida”.
Ambos equipos, sin embargo, terminaron en el fondo de sus grupos, destacando el hecho de que estas cualidades por sí solas no son suficientes para lograr el éxito, aunque muchos entrenadores intenten utilizarlas como excusas para ocultar las deficiencias en el juego de sus equipos.
Aprovechando que estamos aquí, es interesante observar algunos de los puntos principales del análisis de Irlanda en la Eurocopa de 2012.
Irlanda Euro 2012
- Defensa bien equipada para hacer frente a los balones largos y el juego aéreo.
- El uso frecuente de pases largos.
- Gran mentalidad para ganar la “segunda Jugada”.
- Énfasis en los pases rápidos a sus atacantes de banda.
- Defienden con Heroísmo: barridas, intercepciones, fuertes tackles.
- Llenos de energía y altamente competitivos; fuertes Mentalmente; nunca se rinden.
Ahora consideremos el hecho que Irlanda jugó tres partidos, perdió los tres, anotó un gol y concedió nueve. ¿De qué sirve todo este heroísmo y gran competitividad si terminamos últimos de nuestro grupo? ¿De qué sirven todos esos pases largos y una defensa fuerte “bien equipada”, si somos últimos en todas las estadísticas de ataque?
Si vemos el reporte técnico del Mundial de Brasil 2014 encontramos algo similar:
Australia, puesto 30
- Contraataque
- Ataques por las bandas
- Jugadores incansables y muy voluntariosos
- Gran determinación
- Gran fuerza mental
- Excelente espíritu de equipo
¿De qué sirven la fuerza mental, el heroísmo, la gran determinación, la voluntad y el excelente espíritu de equipo si no sabemos jugar al fútbol?
“El fútbol es un juego al que se juega con el cerebro”—Johann Cruyff
¿QUE HACER CUANDO SE PIERDE EL BALÓN?
La filosofía de GFI se basa en estar en posesión de la pelota el mayor tiempo posible, lo que nos permitirá dominar al rival y dictar lo que sucede en el juego. Como bien decía Johann Cruyff: “el fútbol se juega con un solo balón”, por lo tanto, si tenemos el balón, el rival no podrá anotar. Lógicamente, por eso es que cuando perdamos el balón nuestro objetivo prioritario será recuperarlo inmediatamente.
En la Eurocopa de 2012, el informe técnico de la UEFA afirma que la prioridad para la mayoría de los equipos fue “una transición rápidamente a posiciones defensivas”. Al mismo tiempo, sin embargo, su intención era la de ejercer presión sobre el poseedor del balón.
Se observó, sin embargo, que cada vez que era posible, muchos equipos se comprometían con una presión colectiva alta, ejercida no sólo sobre el poseedor del balón, sino también con el uso de jugadores adicionales para cortar las líneas de pases cortos a jugadores cercanos al balón. De esta manera, fueron capaces de restringir el juego continuo en áreas pequeñas, con los jugadores del otro lado cerrando el espacio hacia la pelota para completar una presión completa a la zona donde se perdía el balón—del “lado hacia adentro” y de “adelante hacia atrás”.
Esta capacidad de presión alta estaba estrechamente vinculada a una filosofía de juego ofensiva. Los equipos que estaban preparados para enviar un mayor número de jugadores hacia adelante para unirse al ataque eran los que tenían los jugadores en posiciones idóneas para poder ejercer de inmediato una presión alta y ganar el balón rápidamente. Por el contrario, equipos con un enfoque más basado en el juego directo, utilizando pases largos desde su primer tercio hacia el tercio de ataque, eran menos capaces de utilizar un juego de alta presión, pues en el momento que uno de sus atacantes perdía el balón, este se encontraba con pocos compañeros a su alrededor.
España, los Campeones, a menudo usaba los conceptos de presión alta del FC Barcelona, pero al igual que muchos de los equipos de la Eurocopa de 2012, no trató de mantener esta presión de alta intensidad durante largos períodos de tiempo.
El Informe Técnico de la FIFA de la Copa del Mundo de 2010 también identificó una tendencia hacia la “Presión tras pérdida”. El reporte también sugirió un enlace entre esta “presión rápida y la capacidad de limitar a los oponentes para realizar contraataques efectivos”.
Como vemos, no hay evidencia en las Copas del Mundo de 2010 y 2014, o el Campeonato de Europa de 2012 que nos muestre que “retroceder el bloque defensivo” sea una herramienta utilizada por las selecciones nacionales que dominan el fútbol. En otras palabras, los mejores equipos del mundo no parecen reaccionar a la pérdida de la posesión ignorando al portador del balón, e inmediatamente retirándose a posiciones defensivas profundas en su propio campo para esperar a su oponente.
Analizando el reporte de la Copa del Mundo de Brasil 2014 y tratando de encontrar equipos que destaquen por sus cualidades defensivas logramos encontrar a Honduras, el cual terminó en el puesto 31 del pasado campeonato mundial. El reporte nos dice lo siguiente:
Honduras, puesto 31
- Defensa compacta
- Rápida transición defensa-ataque
- Contraataque
- Jugadores atléticos
Como podemos ver, el dar prioridad a jugadores atléticos, una defensa compacta y una gran “fuerza mental” no parecen ser los factores determinantes en la élite del fútbol mundial. Es por eso que al reflexionar sobre estos hechos, y siendo honestos con nuestra afinidad por la estética del juego y el espectáculo, la preferencia filosófica de GFI se inclina a optar por un estilo de juego proactivo cuando se pierde el balón, pues además parece estar soportada por las tendencias que hay en la elite del fútbol mundial.
FORMAR JUGADORES DE TALLA MUNDIAL
Un análisis objetivo nos lleva a concluir que para formar jugadores de talla Mundial es necesario:
- Enseñar un Fútbol “PRO-activo” en vez de un juego “re-activo”.
- Un Juego basado en la “posesión” en vez de un “juego directo”.
- Mantener una POSESIÓN PRODUCTIVA.
- Tener un juego de combinación creativa para romper las defensas compactas.
- Jugadores impredecibles y creativos son los que nos ayudarán a ganar partidos.
- Desarrollar la capacidad de progresar y profundizar en el juego.
- Compromiso y la fuerza mental: son importantes pero no determinantes por sí solos.
- Recuperar el balón de una manera Proactiva, manteniendo siempre la iniciativa.
El reto ahora es definir un estilo de juego exitoso y “moderno” para la formación y el desarrollo de nuestros jugadores y nuestros equipos. Un juego que incorpore el análisis de los mejores equipos de fútbol del más alto nivel, y que al mismo tiempo respete la esencia del contexto en el que nos encontramos.
La verdad es que optar por enseñar un juego que divierta a los espectadores y priorice el espectáculo, la belleza, la estética, y el intentar dominar al rival constantemente es difícil de alcanzar. Siempre será más fácil excusarnos en factores externos, las limitaciones de nuestros jugadores y las carencias del entorno en el que nos encontramos para priorizar “la lucha”, “las batallas” y la destrucción del buen juego, pues es evidente que hay más dificultad en construir que en destruir. El problema amigos es que la gran mayoría de estos jugadores crecerá sin saber jugar al fútbol, y el resultado será la baja calidad del juego que vemos hoy en la gran mayoría de ligas mundiales.